Por un momento pensemos en doña Panchita, por ponerle un nombre, señora de 70 años, quien después de una vida ajetreada, vive sola en un poblado pequeño. Sus hijos y nietos viven en diferentes ciudades y decidieron regalarle un smartphone para ayudarle con su soledad, aunque después de unos días, quizás ellos no notaron que este llevaba días apagado.
La señora no sabía cómo desbloquearlo, además de que tenía un gran temor de hacer algo que lo rompiera. A veces se sentaba frente al aparato como si fuera una máquina extraterrestre. Todo eso cambió cuando, uno de sus nietos, al darse cuenta de esto, le enseñó a usar aplicaciones como WhatsApp, así como a enviar audios y hacer videollamadas.
Este relato, en realidad podría ser el de cualquiera de nuestras madres o abuelas, ahora o en un futuro cercano. Pongamos atención en cómo, a pesar de que se le proporcionó el hardware y software ideales para ayudar a la ciudadana de la tercera edad, el cambio se dio solo cuando se le tendió un puente a través de la capacitación y alfabetización digital.
De entrada, la conexión entre miembros de distintas generaciones es esencial para que puede haber este intercambio de conocimientos, donde uno comparte con el otro algo que al principio le es ajeno, pero con el tiempo lo integra como parte de su mundo. Esto es especialmente útil cuando el adulto mayor aún no tiene la destreza digital suficiente para poder buscar por su cuenta tutoriales o comparar información entre portales web.
Algo que he notado muchas veces, es cómo los intentos de estafas por vías electrónicas van dirigidas y tienen bastante efecto en personas de la tercera edad, lo cual no es casualidad. Los amantes de lo ajeno saben que tienen relativamente buenas posibilidades de estafar por medios tecnológicos a quienes no dimensionan los peligros y por lo tanto, no se protegen debidamente. Esto nos indica que la seguridad de la información es un área en la que hay que blindar a nuestros adultos mayores, en la medida de lo posible.
El tema de la comunicación por medios virtuales es importante aquí. Muchas veces no tenemos idea de lo mucho que cambiaría la vida de los ciudadanos senior si les enseñáramos debidamente a usar las aplicaciones de mensajería y comunicación. Recordemos que la soledad y el aislamiento son cuestiones recurrentes en muchas personas mayores, por lo que impulsándoles en este apartado, podemos ayudar a que su calidad de vida mejore al ayudarles a conectar con sus seres queridos aún cuando la geografía no lo permita de forma presencial.
La accesibilidad es otro elemento clave que cada vez es más común en los sitios web y aplicaciones: que permitan aumentar el tamaño de la letra, cambiar el contraste, dar lectura automatizada al texto, entre otras opciones que ayudan a que más personas puedan tener acceso a la información. Recuerdo que hace algunos años circulaba en distintos medios gubernamentales, un fragmento de código Javascript que podías colocar en ciertas partes de tu sitio web y con eso habilitabas prácticamente en automático, opciones como las que menciono arriba.
Este es un tema que da para escribir tesis de posgrado, pero el mensaje principal que me gustaría quedara en la mente del lector, es poder dedicarle el tiempo, empatía, talento y paciencia a habilitar digitalmente a las personas de la tercera edad, pues seguro generará cambios muy fuertes en beneficio de ellos.
Fuentes:
Hernández Salazar, Patricia. (2023). Inclusión digital de personas adultas mayores. Informatio, 28(2), 303-330. Epub 01 de diciembre de 2023.https://doi.org/10.35643/info.28.2.10
Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores. (s. f.). Vejeces interconectadas: Inclusión digital de las personas mayores. Gobierno de México. https://www.gob.mx/inapam/articulos/vejeces-interconectadas-inclusion-digital-de-las-personas-mayores
Imagen: Freepik
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